Este es un extracto de un cuento de Italo Calvino, es interesante para reflexionar sobre la fotografía:
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—Porque una vez que has empezado —predicaba—, no hay razón alguna para detenerse. El paso entre la realidad que ha de ser fotografiada porque nos parece bella y la realidad que nos parece bella porque ha sido fotografiada, es brevísimo. Si fotografías a Pierluca mientras levanta un castillo de arena, no hay razón para no fotografiarlo mientras llora porque el castillo se ha desmoronado, y después mientras la niñera lo consuela mostrándole una concha en medio de la arena. Basta empezar a decir de algo: «¡Ah, qué bonito, habría que fotografiarlo!»
y ya estás en el terreno de quien piensa que todo lo que no se fotografía se pierde, es como si no hubiera existido, y por lo tanto para vivir verdaderamente hay que fotografiar todo lo que se pueda, y para fotografiarlo todo es preciso: o bien vivir de la manera más fotografiable posible, o bien considera fotografiable cada momento de la propia vida. La primera vía lleva a la estupidez, la segunda a la locura.>>
Es del relato La aventura de un fotógrafo, del libro Los amores difíciles, muy buenas historias y les recomiendo que lean el texto entero, pueden hacerlo haciendo click >acá.
¡Muy bueno!!!!
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